Tal vez creáis que soy un poco viejo para estas
cosas y que sea tarde para hacerlo. Pero todo sucedió en menos que canta un
gallo y la flecha del amor invadió todo mi ser en una fracción de segundo. Pero
lastimosamente me di cuenta demasiado tarde. Mi yo joven, nunca me lo habría
perdonado. Actualmente soy un honrado señor que desahoga sus miserias en un
trozo de papel.
Siempre fui un doncel, que se aventuraba y no
le tenía miedo a nada. Siempre tuve mi gran acompañante Miriam, ella siempre
estaba conmigo y para lo que fuera. Era realmente admirable, siempre que
necesitaba algo, lo dejaba todo. Nada era más importante para ella que recurrirme
con su ayuda y su compañía. Recuerdo que siempre supe que Miriam estaba
enamorada de mí. Pero yo siempre la vi como una simple amiga. Me encantaba
experimentar y conocer cosas nuevas.
Un amanecer estábamos en el camino “The Lost Space”,
estaba repleto de hojas caídas, secas, de colores y tonos muy llamativos.
Rojos, amarillos, naranjas… Fue entonces cuando acabamos la aventura y el
trayecto. La vi por primera vez. Ella era Gloria, una chica con unos ojos
claros y una larga cabella castaña clara, con una mirada lasciva. Le dije
inmediatamente a Miriam que se quedará allí un momento que me acercaría a
conocer a esa desconocida chica, inmediatamente le di mi mochila y me dirigí a
Gloria, estuvimos hablando hasta hacernos amigos. Un día, no recuerdo cual fue
deje de hablarme con Miriam, ya que todo mi tiempo fue desperdiciado con Gloria. Eran increíbles los días y las noches
cuando pensaba en ella. Sentía que tenía fuerzas para todo. Pero Gloria no era
una persona estable, le gustaba otro tipo de aventura. Recuerdo que un 27 de
abril Miriam me dijo que a Gloria le gustaba jugar con los hombres como si
fueran títeres. Me enfadé muchísimo con Miriam y dejé de hablarle, hasta que un
día se fue de la ciudad. No volví a saber nada de Miriam.
Mi amor por Gloria quedo en cenizas y esas
cenizas se perdieron con una ráfaga de viento. Hasta hoy no he podido
olvidarla, se que los suspiros se van con el viento y las lágrimas se secan con
el aire, pero realmente no se a dónde van los recuerdos. La encontré con su mejor
amigo, besándose enternecedoramente en la calle “Thousand Tears” y me derrumbe.
No era un mal chico, así que los dejé y luego lo hable con ella. La madurez
había llegado a mi vida. De la mujer que me enamore era realmente hermosa,
parecía un retrato. Pero lo único que estaba retratado en mi mente, era su
interior. Lo nuestro nunca resultó. Todo fue en vano. En ese momento decidí
comenzar a sentar cabeza y me dedique a la literatura. Soy escritor.
Llegado un 27 de abril, estaba escribiendo en
mi escritorio como de costumbre, fue en ese momento en que la vi, era Miriam.
Seguía siendo la misma mujer de pelo negro carbón, los ojos negros como dos
escarabajos y una mirada desafiante. Inmediatamente
lo guardé todo en el cajón y se me cayeron algunas cosas al suelo, tuve que
levantarlas y ponerlas encima del escritorio. No tenía mucho tiempo, me puse mi
abrigo negro e inmediatamente cogí las llaves. Con las prisas me dejé mi reloj.
En la corrida me di cuenta que ella habría sido la mujer de mi vida, no podía perderla
otra vez.
Cuándo llegue a la estación… Ya estaba
felizmente con otro hombre.
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