sábado, 19 de mayo de 2012

Carta 13


Tal vez creáis que soy un poco viejo para estas cosas y que sea tarde para hacerlo. Pero todo sucedió en menos que canta un gallo y la flecha del amor invadió todo mi ser en una fracción de segundo. Pero lastimosamente me di cuenta demasiado tarde. Mi yo joven, nunca me lo habría perdonado. Actualmente soy un honrado señor que desahoga sus miserias en un trozo de papel.
Siempre fui un doncel, que se aventuraba y no le tenía miedo a nada. Siempre tuve mi gran acompañante Miriam, ella siempre estaba conmigo y para lo que fuera. Era realmente admirable, siempre que necesitaba algo, lo dejaba todo. Nada era más importante para ella que recurrirme con su ayuda y su compañía. Recuerdo que siempre supe que Miriam estaba enamorada de mí. Pero yo siempre la vi como una simple amiga. Me encantaba experimentar y conocer cosas nuevas.

Un amanecer estábamos en el camino “The Lost Space”, estaba repleto de hojas caídas, secas, de colores y tonos muy llamativos. Rojos, amarillos, naranjas… Fue entonces cuando acabamos la aventura y el trayecto. La vi por primera vez. Ella era Gloria, una chica con unos ojos claros y una larga cabella castaña clara, con una mirada lasciva. Le dije inmediatamente a Miriam que se quedará allí un momento que me acercaría a conocer a esa desconocida chica, inmediatamente le di mi mochila y me dirigí a Gloria, estuvimos hablando hasta hacernos amigos. Un día, no recuerdo cual fue deje de hablarme con Miriam, ya que todo mi tiempo fue desperdiciado con  Gloria. Eran increíbles los días y las noches cuando pensaba en ella. Sentía que tenía fuerzas para todo. Pero Gloria no era una persona estable, le gustaba otro tipo de aventura. Recuerdo que un 27 de abril Miriam me dijo que a Gloria le gustaba jugar con los hombres como si fueran títeres. Me enfadé muchísimo con Miriam y dejé de hablarle, hasta que un día se fue de la ciudad. No volví a saber nada de Miriam.
Mi amor por Gloria quedo en cenizas y esas cenizas se perdieron con una ráfaga de viento. Hasta hoy no he podido olvidarla, se que los suspiros se van con el viento y las lágrimas se secan con el aire, pero realmente no se a dónde van los recuerdos. La encontré con su mejor amigo, besándose enternecedoramente en la calle “Thousand Tears” y me derrumbe. No era un mal chico, así que los dejé y luego lo hable con ella. La madurez había llegado a mi vida. De la mujer que me enamore era realmente hermosa, parecía un retrato. Pero lo único que estaba retratado en mi mente, era su interior. Lo nuestro nunca resultó. Todo fue en vano. En ese momento decidí comenzar a sentar cabeza y me dedique a la literatura. Soy escritor.

Llegado un 27 de abril, estaba escribiendo en mi escritorio como de costumbre, fue en ese momento en que la vi, era Miriam. Seguía siendo la misma mujer de pelo negro carbón, los ojos negros como dos escarabajos y una mirada desafiante.  Inmediatamente lo guardé todo en el cajón y se me cayeron algunas cosas al suelo, tuve que levantarlas y ponerlas encima del escritorio. No tenía mucho tiempo, me puse mi abrigo negro e inmediatamente cogí las llaves. Con las prisas me dejé mi reloj. En la corrida me di cuenta que ella habría sido la mujer de mi vida, no podía perderla otra vez.
Cuándo llegue a la estación… Ya estaba felizmente con otro hombre.


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