sábado, 19 de mayo de 2012

Carta 12- El niño sin compasión


No puedo más… Sigo sonriendo y disfrutando día a día de lo poco que tengo. Tu vida se resume aproximadamente en noventa años, mientras la mía, con suerte podría haber llegado a los treinta. Tienes millones de motivos para sonreír, sin embargo vives deprimido y repleto de melancolía por la sociedad que te envuelve. A veces te molestan muchas cosas, pero te callas y aguantas. No os quejáis nunca y aguantáis, pero os da mucha rabia. Tal vez si alguno tuviera el valor suficiente como para empezar a decir lo que le molesta, os libraríais de muchos tormentos. Sinceramente, no te entiendo… Millones de las personas que me rodean desearían estar en tu lugar. Mientras tus problemas se resumen en vivir acomplejado o preguntándote y lastimándote una y otra vez por saber que es lo que piensan de ti, aquí no ocurre nada de eso. O por lo menos a mí. Mis problemas recopilados en uno, es que daría lo que fuera por estar en tu lugar.  Tienes lo que quieres y cuando lo quieres e incluso puedes dejarlo pasar si quieres. En los tiempos de ahora puedes alimentar tu ego y considerarte mejor persona por lo que tienes y no por lo que careces. Podría y debería decirte las cosas como lo hacen todos, insinuando con fotos y con palabras buenas y sutiles de que estamos flacos y que algunos incluso no tienen zapatos. Pero llegando a este punto, ahora quiero ser yo el que tome el rumbo y decida que es lo que quiero decir y no sentirme menos por el color de piel o porqué en el territorio en el que nací, las cosas no funcionan muy bien y el tiempo a veces no acompaña. Se crean guerras entre territorios y pasamos hambre. A veces hay malas cosechas debido al tiempo, hay veces que las sequías pueden durar años. No tenemos los mismos recursos o la misma tecnología y tenemos que trabajar inhumanamente.  Mientras en Japón reclaman algo, producen mucha más materia y muchísimos alimentos, que al acabar esta huelga, son todos tirados a la basura. Mientras nosotros no tenemos nada que tirar a la basura, ya que lo poco que tenemos en algún momento nos puede ser útil. El hambre, la guerra, no tener derecho a la educación… son problemas presentes en nuestros países. Mientras soldados que son admirados y premiados por haber matado millones de niños asustados, hasta dejar a ancianas llorando, ellos por dentro tienen el alma destrozada y sin ganas de nada. Ponte una mano en el corazón y pregúntale a tu interior ¿Te sentirías correspondido y digno de ser premiado después de haber causado tanto dolor? Millones de niños como yo, tienen una mirada triste, arrastran una larga vida de mucho dolor en tan solo siete años de vida. Todo esto día a día se convierte en una tortura insoportable, que nosotros los niños seguimos luchando por tratar de ser felices. ¿Y tú sigues luchando por no preocuparte por lo qué los demás piensan mal de ti, sin conocerte?
Puedes tomar rumbo para intentar detener todo esto que crees que no te afecta en nada o continuar tu vida egoísta y creer pensar en ti… Y seguramente no vas a compadecerte con mi carta… Porque sería una queja más en tu vida. E incluso creería y estoy seguro de ello que estas letras son inútiles, que nunca llegarán a tu vida, porqué de hecho nunca fui a la escuela y no sé escribir.



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