IRA
Te encuentras serenamente, puedes estar
hablando con una persona lo más bien y de repente, este mismo individuo, que
esta haciendo de emisor escupe de su boca palabras que tu cerebro o el suyo las
interpretan mal o no estas de acuerdo con lo último que ha dicho. De repente se producen malas vibras
entre ambos y este es el momento en que comenzáis a discutir, pero sin alzar
mucho la voz. Seguidamente sientes una gran presión por dentro, sientes que vas
a estallar, sientes que no puedes más… Ya no puedes soportar una critica más y
mucho menos los defectos que te hecha en cara… La sangre recorre un metro por
segundo en la carótida, sientes mucha rabia y necesitas desahogarla, pero no
optas por los actos físicos, mantienes la calma. Aunque por dentro desearías hacerlo.
Tratas de olvidar lo último que ha dicho, son palabras que han surgido de un
acto impulsivo, solamente para hacer daño o simplemente las ha dicho para
defenderse y tener algo como soporte y argumento por decir en contra tuya.
Lo entiendes y no puedes provocar que después de lo sucedido,
esto vaya a más, le pones un freno y es cuando pides perdón por lo que has
dicho. Reconoces que has actuado mal, te
arrepientes sinceramente de lo que has hecho y tratas de evitar la repetición,
la abrazas y a medida que va pasando el tiempo vas corrigiendo tus defectos.
Es un cambio que depende de ti y no de
los demás, ahora decides tú.
¿Seguirás jugando a soplar la llama del amor?
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