martes, 3 de enero de 2012

Congoja

Tras una pesadilla, me desperté empapado, el sudor besaba mi frente y mi angustia no parecía desaparecer. Creí que al haberme despertado mi malestar y mi tristeza desaparecerían, como el agua es consumida por la tierra. Pero contemplar su fotografía con adoración y melancolía no me ayudaban a lograr olvidarla. En este momento daría lo que fuera por volver a aquel momento de desavenencia, y mi pensamiento le imploraría una y otra vez a mi mente a amarrar mis impulsos, porqué todo lo que hice, lo hice sin pensar, y a decir verdad, sé que me lo merezco. No pude contener mi rabia, estaba furioso y cada palabra que soltaba de su boca, para mí, era como saborear un limón, agrio, acerbo, desagradable, doloroso, triste y que en su momento acortó mi felicidad como quién corta con sus propias manos un pedazo de papel. Después de todo, en un momento, me aferré a mi pensamiento, para no sentir la congoja nuevamente. Pensaba que yo valía más que está historia. Más tarde me di cuenta que en está historia, que tenia tanto sentido y que valía más que yo, estabas tú. Desde hace tiempo, este sentimiento de congoja no parece marchitar. Porque en el más mínimo vacío, sabía que estarías allí. Me asomo a la ventana, el viento sopla en mi cara y contemplo el reflejo de las estrellas. Me pregunto una y otra vez si tú eras mi amor correspondido. Y me pregunto dónde te encontrarás y si sigues con él. Recordarte en silencio es como besar el vacío, porque entre tú y yo ya no queda nada. Y reflexiono… que mala es la envidia y siento celos de que ahora perteneces a otro, que te he dejado escapar de entre mis manos. Lo nuestro es tan solo un triste pasado que no queda olvidado. Tú recuerdo es como ver a un niño que desea tocar la luna, tan lejana e imposible. En este momento espero que algún sonido o ruido rompa este silencio que parece no callar. Cada día y cada noche me pregunto si alguien podrá desenterrarme, liberarme de este sentimiento, de ese niño que pide a gritos silenciosos si alguien puede desatarle. Me muero de ansias por ser tu única necesidad y poder tocarte es sinónimo de éxtasis. Rezo para poder verte sin creer en Dios. Escribo esto, porque todo se resume en un instante y la congoja se resume en años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario